Qué cosas, hace ya más de tres años, y seguimos con la misma historia. Al menos esta vez no he ido solo, Ana ha venido conmigo (de hecho, ha sido más bien idea suya). El recorrido, claro, ha sido bastante diferente al de hace tres años. De Santa Justa a los jardines de la Buhaira, vuelta al Palacio de ídem, y de regreso.
Y mañana, más. Si Ana sobrevive…