Pues sí, qué se le va a hacer. Cuando empecé con esto de linux, allá por 1998, instalé SuSE. Bueno, para ser exactos, un buen amigo me instaló la SuSE 6.0. Qué tiempos, cuando aún la SuSE se instalaba en modo texto. Pronto pasé a la SuSE 6.4, con ese maravilloso instalador gráfico, que era toda una virguería. En fin.
Cuando la SuSE se pasó a pago, no tardé mucho tiempo en migrar a RedHat, pasando antes fugazmente por Mandrake. RedHat 7.1 fue mi nueva distribución bandera, que instalé en mi propio servidor web y de correo, y que actuaba como cortafuegos de la red interna de casa. Incluso con ella desarrollé mi proyecto de fin de carrera, en Córdoba. Y la versión 9 en el portátil…
Pero este año, me plantearon utilizar Debian. El defecto del que adolecía la RedHat, para mi gusto, era el tema de instalación de nuevos paquetes. RPM no iba mal por sí solo, pero como tuviera alguna dependencia, instalar algo se parecía irritantemente a una gymkhana: para instalar A era necesario instalar previamente B y C, C que a su vez era dependiente de D, pero que tenía versiones incompatibles con B, y así ad infinitum… Con Debian me había atrevido alguna que otra vez, con la versión Potato, pero la verdad es que nunca había llegado muy lejos: los parámetros a la hora de la instalación de los módulos me volvían loco.
Sin embargo, con la Sarge ese tema estaba solucionado, me aseguraron; podías automatizarlo al máximo, o bien hacerlo todo a pelo, con todo el sabor debian. Y cuando me hablaron de esa maravilla conocida como apt, no lo dudé.
Dicho y hecho, baje el CD de instalación por red de Debian, y me metí manos a la obra. No he podido quedar más contento. El resultado del equipo del proyecto bajo Debian no podía ser mejor: estable, ligero, fiable y permanentemente actualizado; no tardé en migrar el servidor de casa a Debian.
Y hace unos días, me decidí a dar el siguiente paso: migrar el portátil Pentium 4 a Debian; me resistía porque, al ser un portátil un poco especial (Medion 40100), daba un poco la lata a la hora de dejarlo en condiciones; pero al fin me decidí, y ha quedado inmejorable: red inalámbrica a 54 Mbps, la tarjeta Nvidia perfectamente configurada, y más eficiente que en XP, robusto, y potente, y con KDE con transparencias…
Ha quedado tan bien, que incluso mi novia quiere que le meta Debian en su portátil. Cosa que me da un poco de repelús, porque es unIBM Thinkpad 370c. Si me decido, mantendré informado. Pero puede ser duro, muy duro…