10 abr 07 Y volvimos de Santiago

Sí, llegamos vivos a Santiago, como preguntaba Manuel. Lamentablemente el servidor quiso también pillarse vacaciones, y no pude retransmitir las evoluciones de la marcha. Sin embargo, ahí están las fotos, para quien quiera verlas.

En cuanto al camino en sí, fue duro, muy duro. Los dos primeros días sufrimos toda clase de inclemencias meteorológicas, desde vendavales a ventiscas, pasando por aguaceros y nieblas. Los dos siguientes fueron mucho mejores, tanto por la mejora climatológica como por discurrir por zonas con un perfil más suave, aunque el tercer día tragamos también barro por un tubo.

La llegada a Santiago estuvo bastante bien, tanto por tropezarnos con una concentración de Ferraris (por el 60 aniversario de la creación del primer Ferrari de competición) como porque fuimos de los últimos que pudimos cumplir con la tradición de dar gracias en el parteluz del pórtico de la gloria, y dar los cabezazos al maestro Mateo en la trasera de éste, ya que al día siguiente empezaba el proceso de su restauración.

Este año, por cierto, no me he llevado Compostela, sino una especie de carta de bienvenida a Santiago, ya que no he hecho el Camino por motivos religiosos ni espirituales, sino por motivos estrictamente deportivos y culturales. Pero como me dijo la chica de la oficina de atención al peregrino, no siempre hacemos las cosas que hacemos por los mismos motivos, y el Apóstol también comprende eso.

En cualquier caso, la experiencia ha sido genial. Y ya estoy planeando la siguiente barbarie…