26 nov 06 El alquimista
Llevo desde hace unos cuantos días con la sensación de estar hablando como Paulo Coelho. Cosa sorprendente, porque las dos novelas que he leído de él (El alquimista y El peregrino de Compostela) me han parecido, simultáneamente, plúmbeas y fatuas, por lo que no se encuentra entre los escritores santos de mi devoción.
El caso es que, puestos a hablar como Paulo Coelho, pensé en que sería interesante hacer algo más relacionado con él. Y me decidí por practicar la alquimia. De una magna biblioteca saqué una receta para transformar el agua en oro. Dado que no he seguido exactamente los pasos del proceso alquímico, he tenido que actuar como buen aprendiz de brujo y variar un poco las proporciones.
Dentro de 2-3 semanas sabré el resultado del experimento, y si he encontrado la piedra filosofal, o por el contrario me he ganado un gallifante por haberme pasado de listo. Si ha salido bien, publicaré la receta.
Comentarios de los lectores
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Medidor de entropía
No sé de qué te extrañas Javi. Algunos leemos libros y otros se transforman en sus personajes. Tu sueles ser de los segundos jajajaja
Un abrazo
También te he escuchado hablar como Perez Reverte y, si me apuras, como Umberto Eco. Supongo que depende de la novela que estes leyendo y de hacia dónde fluctuen tus delirios jajajajaja
Otro abrazo, ya tengo ganas de veros. Yo si que soy un monje y no los del Nombre de la Rosa
Dos buenos ejemplos me citas, pardiez. Un profesor de semiótica y un brillante ex-corresponsal de guerra y novelista. Más me vale aprender de ellos e incorporarlos de manera definitiva a mi estilo.
Miedo me daría, por otro lado, incorporar a Saramago; es brillante, me gusta, pero su estilo me parece lento, muy lento. Y pese a ello, me gusta. Junto con lo anterior podría surgir algo endiablado.
En cuanto a lo otro, cuando nos veamos te daré a probar el brebaje. Si no nos quedamos ciegos puede dar mucho juego…
Yo, sin embargo, siempre he pensado que cada uno tiene que buscar su propio estilo e intentar alejarse de lo que lee en la medida de lo posible. Que no significa no incorporar cosas y aprender leyendo, sino que no te digan “escribes como tal” Una cosa es que me guste y otra cosa es que lo consiga y el resultado sea bueno xD
No veo que sean cosas incompatibles. Me considero muy honrado de que me digan que se me puede reconocer tal o cual rasgo de determinado escritor, ya que eso quiere decir que lo he podido incorporar a mi estilo personal de manera efectiva. Aunque, la verdad, no veo por qué ha de ser intrínsecamente malo que se te queden ciertos aspectos de aquello que lees.
Eso sí, del proceso alquímico nadie dice nada… ^_^u
[...] Ha salido bueno. Por lo tanto, como me comprometí, voy a dar la receta para transformar el “agua” en “oro”: [...]