El domingo 21 de abril hice la tercera y última etapa de mi periplo gallego en primavera. Una etapa que tuvo un final algo abrupto:
Pero empecemos por el principio: la tarde del 21, a la vuelta de una comida familiar en la que celebramos mi cumpleaños y el de Lina, la madre de Ana, Fernando y yo nos decidimos a no dejar pasar el día sin una buena etapa ciclista. Y es que iba a ser la última oportunidad de salir a dar pedales juntos hasta la llegada del verano. Habíamos querido salir esa mañana, pero el día se había presentado frío, lluvioso y desapacible, lo que, pese a lo bucólico, no invitaba precisamente a salir a rodar:
Pero a medida que avanzaba el día, las condiciones meteorológicas iban mejorando. Así que, llegadas las seis de la tarde, y viendo que el día estaba bueno, aprovechamos la ocasión. Ocasión perfecta para estrenar mi regalo de cumpleaños, dicho sea de paso:
Empezamos a rodar a las 18:50h. Salimos de Vilarchán por el GR-94 (Camino Rural de Galicia), en dirección Vigo. Cruzamos la carretera e iniciamos el ascenso por pista hasta el Campo das Cagallas Coto Sobreiro. Una vez llegamos a la carretera de Taboadelo abandonamos el GR-94 y cruzamos el polígono industrial de la Reigosa, para iniciar el ascenso a La Fracha. Un ascenso corto, de apenas kilómetro y medio, pero exigente, con rampas del 21% en su tramo inicial, que constituyen una auténtica patáenelpecho. La ventaja es que es por asfalto, por lo que se hace un tanto llevadero. Aparte de la subida por asfalto, La Fracha es un monte con muchas posibilidades. Está cuajado de pistas, camino, senderos y despeñaderos que pueden hacer las delicias de cualquier tipo de ciclista de montaña. Como me comentaba Fernando, a mitad de la subida, hace algunos años la vertiente del polígono había sido utilizada como pista de descenso del campeonato de España de ciclismo de montaña. Y la verdad, viendo la zona, no me parecía extraño.
Continuamos el ascenso, aún un rato por asfalto, hasta dar con un mirador con unas excelentes vistas sobre la ría de Pontevedra:
Posteriormente seguimos avanzando, ya por pista, camino de unas canteras cercanas a Taboadelo. Por el camino vimos cantidad de marcas que indicaban que las sendas de la zona habían sido utilizadas recientemente por algún tipo de competición. Y es que la zona lo merece.
Seguimos avanzando hasta llegar a un nuevo mirador, esta vez sobre la ría de Vigo:
Reanudamos la etapa, camino de las canteras. Iniciamos una suave bajada, en la que nos fuimos encontrando gran cantidad de fuentes y abrevaderos, pues la zona tiene ganado, tanto salvaje como domesticado. Incluso encontramos un área de descanso, con una magnífica alberca que habría hecho las delicias de cualquiera a poco que el clima permitiera pegarse un chapuzón en ella.
Y así pues, llegamos hasta la primera de las canteras; bajamos por la pista que la bordea a toda velocidad… hasta que empecé a notar un extraño en la rueda trasera. Paré a ver que pasaba, y se había desinflado completamente. Al fue al buscar el pinchazo cuando encontré un enorme clavo que había llegado hasta la llanta:
A partir de ahí, el desastre. No llevaba cámara de repuesto en la mochila nueva, y al echar mano de los parches, el bote de pegamento se había abierto, quedando completamente seco. Una ruina. Intentamos realizar un apaño de emergencia con los parches y cinta aislante, pero no había nada que hacer. No nos quedó más remedio que llamar a casa, y pedir que nos fueran a buscar. A nosotros, mientras tanto, no nos quedó mas remedio que seguir andando hasta la carretera más cercana. Allí nos vino a buscar Gonzalo, un pariente de Fernando. Al menos nos vino con buenas noticias: el Madrid ganaba en ese momento su partido contra el Barcelona. Partido que, a la postre, acabaría ganando. Un final bastante mejor que el de nuestra infausta etapa en La Fracha. Como curiosidad: en ninguna de mis etapas en Pontevedra he hecho más de 15 kilómetros.
Los datos de la etapa son los siguientes:
Y aquí está el enlace al recorrido de la etapa: Vilarchán – La Fracha
Editado: Como bien me indica Fernando, el lugar que había identificado como Campo das Cagallas no es exactamente por donde pasamos, sino Coto Sobreiro. El Campo das Cagallas (Cajallas, si hablas con gheada ) corresponde a la zona donde se ubica la fábrica de Tafisa, en el cercano polígono industrial. Esto es para aprender que no me puedo fiar de la información de una fotografía.
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