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01 dic 11 Etapa ciclista: Cerro Muriano – Lagar de la Cruz (27/11/2011)

El domingo 27 volvimos a salir a rodar nuestro grupo de amigos ciclistas de Córdoba. Teníamos por delante una previsión de etapa brutal: subir por la Loma de los Escalones y la Cuesta de Arrastraculos hasta Cerro Muriano, y posteriormente dirigirnos hasta el Castillo del Vacar por la Vía Mozárabe. Allí haríamos un alto, y realizaríamos la vuelta hasta Cerro Muriano, para tomar el GR-48, pasar por Torreárboles y el club de Golf, antes de bajar de nuevo a Córdoba por el 14%. Una etapa brutal, de unos 65 kms. de distancia.

Con ese fin habíamos quedado a las 8:00h Ángel y su hermana Inma, Mané, Carlos, Enrique, Javi Aljama, Javi Balaguer, Marcos y yo. Nueve valientes para una etapa excepcional. Pero por distintas razones a las 7:00h nos encontramos con que tan sólo cuatro íbamos a salir: Ángel, Marcos, Javi Aljama y yo. Y Ángel iba a salir en modo embrutecido: con su Specialized Big Hit de descenso adaptada para rodar, ya que la semana anterior había fisurado el cuadro de su Ghost. Total, que iba a salir a rodar con una montura que pasaba de los 16 kilos.

A las 8:00h de la mañana, cuando salí de casa camino de la de Ángel, teníamos una mañana despejada y helada: 7ºC, y aún teníamos que salir de la ciudad. Cuando llegué a casa de Ángel éste ya se encontraba allí, y con novedades interesantes: tres colegas de Marcos del club Los Califas venían con nosotros. Molaba porque íbamos a salir con unos pros, pero todo hacía presagiar que el destrozo que nos iban a hacer en la etapa iba a ser órdago. La mala noticia es que la tija telescópica (alias tijapija) que Ángel se había visto obligado a poner en su bici de descenso para tener una buena altura de pedaleo le estaba fallando, y no dejaba de bajarse sola. Un problema que a la larga nos iba a dar muchos problemas.

Salimos del McDonald’s del Brillante a las 8:15h, y nos encaminamos al Vial Norte, para salir de Córdoba por el puente romano sobre el arroyo Pedroche. A esas alturas la temperatura ya había bajado hasta los 5ºC. La única suerte es que no íbamos a tardar en empezar a subir. Dejamos la carretera y cruzamos sobre el canal. En vez de tomar el sendero marcado por flechas amarillas, a la derecha de la casa, giramos a la izquierda, y empezamos la subida avanzando por una pequeña vaguada arbolada junto a la N-432. Una subida más suave al principio, pero con una rampas bastante fastidiosas al final.

Poco después enlazamos con la pista convencional, y seguimos ascendiendo por la Vía Mozárabe. Pasamos junto a la Virgen de Linares, e iniciamos el ascenso por la Loma de los Escalones. Una subida brutal, como de costumbre, en la que los Califas empezaron a marcar un ritmo brutal. Intentamos no descolgarnos demasiado, pero el destrozo que empezaban a hacernos a Javi, Ángel y a mí empezaba a ser vergonzoso.

Una vez pasamos la cancela, Javi tuvo que hacer una parada por problemas con la cadena de su burra, que aproveché para respirar un poco. Continuamos con el ascenso, en mi caso dejando que Ángel marcara el ritmo para recuperar un tanto el resuello. Al llegar a la zona de las calizas, me desvié un tanto por la izquierda, y continué el ascenso en solitario, hasta que en la segunda cancela alcancé a los Califas, que nos estaban esperando.

Apenas paramos unos instantes, lo justo para que Ángel y Javi se reunieran con nosotros, y continuamos con la subida. Teníamos por delante los dos kilómetros de pista de las canteras. Dos kilómetros engañosos, en los que parece que no estás subiendo, cuando en realidad llega a tener rampas del 10% con grava. Y como no podía ser menos, nos volvimos a quedar algo atrás. Nos reagrupamos de nuevo en la curva del Frenazo. Ángel optó por no parar y continuar con el ascenso. Javi, los Califas y yo descansamos un rato, antes de seguir subiendo por carretera hasta la imagen de María Auxiliadora que marca la entrada de la Cuesta de Arrastraculos.

La subida por Arrastraculos fue, como no podía ser de otra manera, brutal, aunque conseguimos subir el tramo más duro como unos campeones. Sin muchos más trámites empezamos a bajar hacia el Muriano, cuando Ángel, cerca de la entrada de Villa Alicia, sufrió un reventón en su rueda trasera. En el ínterin, Ángel me confirmo que la tija no había dejado de hundirse, lo que le había dificultado sobremanera el ascenso. Una vez finalizado el arreglo, bajamos a Cerro Muriano, y nos unimos a Marcos, Javi y los demás, en una pausa que aprovechamos para hincharnos a jeringos en un bar.

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Eran las 10:30h, y llevábamos 17 kilómetros largos del recorrido. Teníamos por delante, al menos en teoría teníamos por delante 13 kms. antes de llegar a El Vacar. Sin embargo, Ángel nos confirmó lo que ya nos temíamos: con la tija en esas condiciones no iba a ser capaz de continuar la etapa en toda su extensión, y optaba por volverse. Los demás decidimos volvernos con él. Al fin y al cabo, ya habría otras ocasiones para ir a El Vacar.

De la misma manera, descartamos hacer la subida de Torreárboles. En su lugar, salimos del Muriano por camino en dirección a la antigua carretera de los Villares. Realizamos una bajada bastante divertida hasta la entrada del Cuartel, que fue grabada por Ricardo, uno de los Califas. Desde allí tomamos la carretera, e iniciamos el ascenso, sobre las 11:15h. En la subida se repitió la tónica de todo el día: los Califas por delante, y Javi, Ángel y yo a remolque. Posteriormente, los Califas y yo tomamos el GR-48 en las cercanías del club de Golf. Para no seguir con la tortura, Ángel y Javi siguieron subiendo por la carretera. Se ve que yo soy algo más masoquista. Al menos pude disfrutar bastante con la bajada hasta el cruce del 14%. Una bajada trepidante, pero en la que a punto estuvimos a punto de sufrir dos serios percances: en un cambio de rasante estuve a punto de salir despedido de la bici (perdí incluso un pedal en el aire), y Marcos reventó la rueda delantera, y estuvo en un tris de salir también despedido, si bien estuvo ágil como un gato para evitar el desastre.
Realizamos un nuevo cambio de cámara, y convencimos a Ángel de que no se bajara directamente a casa por el 14%, sino que viniera con nosotros al Lagar de la Cruz para que nos tomáramos unas bien merecidas cervezas. La verdad es que para ser una etapa abortada, estaba siendo bastante chula.

Era ya mediodía cuando enfilamos camino del Lagar de la Cruz. Se dejaba notar que estábamos en una zona más frecuentada por excursionistas, ya que el tránsito de gente, que hasta ese momento era bastante más limitado, empezó a crecer de manera desmesurada. Y así, entre pitos y flautas, llegamos al Lagar, donde nos relajamos tomándos unas cervezas bien frías al sol de noviembre. Una excelente manera de dar por finalizada la parte más difícil del día.

Reanudamos la etapa a las 12:45h. Aunque en principio íbamos a bajar por los Morales, finalmente realizamos el descenso por la carretera del Brillante. Un descenso bastante divertido, en el que no dimos ni una sola pedalada, limitándonos a dejarnos caer, aprovechar el rebufo de los demás, y adoptando posturas aerodinámicas al mejor estilo de Perico Delgado en los Pirineos.

Perico Delgado en los Pirineos

Perico Delgado en los Pirineos

Un descenso sumamente divertido, en el que nos fuimos pasando y repasando, entre curvas cerradas, con Córdoba al fondo. Una bajada en la que Marcos tenía las de perder, ya que llevaba una bici bastante más ligera que los demás; aun así, estuvimos todos en un puño hasta llegar a Huerta Los Arcos, donde dimos por finalizada la etapa a las 12:55h, tras 35 kms. de recorrido. Allí nos separamos los cuatro, ya que los otros tres Califas habían seguido su camino. Javi camino de su casa, y Marcos, Ángel y yo Brillante abajo, si bien yo me desvié por Sansueña poco después. Diez minutos después llegaba a casa, por una vez ¡y sin que sirviera de precedente! antes del horario previsto.

Los datos de la etapa son los siguientes:

  • Distancia (según el velocímetro): 39’88 km.
  • Distancia (según el GPS): 37’7 km.
  • Tiempo de etapa: 2h 42m 46s
  • Tiempo desde el inicio de la etapa: 4h 43m 09s
  • Velocidad media: 14’7 km/h
  • Velocidad máxima: 54’66 km/h
  • Pulsaciones medias: 138 pulsaciones/m
  • Pulsaciones máximas: 186
  • Consumo medio de calorías: 990 kcal/h
  • Consumo máximo de calorías: 1440 kcal/h
  • Tiempo en zonas de pulsaciones: 2h 23m 15s
  • Consumo total de calorías: 4528 kcal

Y aquí está el enlace al recorrido de la etapa: Cerro Muriano – Lagar de la Cruz

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