2011)

El sábado 18 de julio salí de nuevo a dar pedales por Córdoba con Mané y Ángel. En esta ocasión realizamos una etapa vespertina, que nos tomamos como una especie de adelanto de la primera etapa nocturna que esperamos tener esta temporada. Otra de las razones de que fuera una etapa vespertina era que Ángel tenía algunas obligaciones familiares que le obligaban a estar de vuelta en la ciudad a las 22:00h, por lo que nos tuvimos que plantear un recorrido de unos 25-30 kms., y de menos de tres horas de duración.

Salimos de Córdoba a las 19:00h, para dirigirnos a Los Morales, y realizar la subida al Lagar de la Cruz por este hospital. El comienzo de etapa fue durísimo, y no por el trazado en sí, sino por los 36’4ºC de temperatura que tuvimos que afrontar nada más salir. En las primeras rampas de Los Morales el calor empezó a moderarse bastante, bajando ocho grados casi de golpe, pero aún así, la temperatura con la que habíamos empezado la salida había hecho mella. Aunque decididos a tomárnoslo con calma, Mané empezó a sufrir mareos por el exceso de calor. Hacía ya más de un año que no tenía necesidad de quitarse el casco por el calor y el mareo. Nos detuvimos un rato, para reponernos y no reventar más de la cuenta en la subida.

Llegamos al Lagar de la Cruz al filo de las 20:00h, con lo que hicimos la subida en una hora. A partir de ahí, empezaba la diversión. Bajamos hasta Las Jaras por el GR-48, sendero que va en paralelo a la carretera, y que tiene algunas bajadas trialeras sumamente divertidas. Un poco antes de llegar a Las Jaras nos desviamos por una pista a mano izquierda, con la idea de entrar en Las Jaras directamente por el embalse de la Encantada, y bordearlo por su lado sur. Terminada la pista, tomamos un sendero por que el habían pasado recientemente una alisadora en su comienzo, lo que le quitó algo de diversión, si bien pronto empezó a cerrarse de nuevo. Enlazamos algunas subidas y bajadas antes de llegar a una torre de comunicaciones, a la que nos dirigimos para tener una excelente vista del Embalse:

Después de echar las fotos, bajamos hasta el borde del pantano, primero por una pista con bastante tierra suelta, sumamente resbaladiza… y después por otra aún peor.

Dejamos el embalse, y salimos de las Jaras de nuevo a la carretera, para tomar la vereda de la pasada del Pino, camino del club de golf. No había pasado por la zona desde la I Maratón MTB Sierra Morena, pero recordaba la zona bastante bien: zona trialera, con abundante tierra, y unas formaciones graníticas como no hay iguales en esta zona de la Sierra. Una auténtica delicia… sobre todo para bajar. Aunque subiendo también lo pasamos bastante bien.

Tras un rato de subida, llegamos a una cancela que indicaba que estábamos entrando en los terrenos del club de golf. La pasamos sin novedad, y un poco después nos desviamos por la izquierda, para alcanzar un viejo cortijo abandonado. Tras pasar por el cortijo, nos reincorporamos al trazado de la vereda, marcado en cada cruce por unos letreros que indicaban el sentido a seguir. Y así, alcanzamos a ver una de las calles del campo de golf. Llegamos a un cruce en el que teníamos constancia que mucha gente gira a la izquierda, pero nos encontramos una indicación que prohibía el paso, por lo que giramos a la derecha. Pronto vimos que seguir estrictamente ese recorrido (coincidente con la vereda del Pretorio) nos iba a llevar de vuelta a las Jaras, ante lo que decidimos tomar una pista que bordeaba el club de golf por el sur, y según la carta, nos llevaría hasta el 14%. Así lo hicimos, y así nos llevó… salvo por una verja que tuvimos que saltar. Salimos a la carretera del 14% un poco por encima del centro de visitantes de Los Villares. Eran ya las 21:30h y empezaba a hacerse tarde. Como habíamos calculado, desechamos bajar por los Postes, y decidimos volver a Córdoba realizando el descenso de Las Conejeras hasta Los Morales.

Dicho y hecho. Bajamos a velocidad de vértigo hasta el cruce del 14%, por el pequeño sendero que bordea la carretera, y desde allí giramos a la derecha, para ir a los repetidores del cerro de San Cristóbal. Y desde ahí, una nueva bajada a un ritmo frenético, en el que Mané y Ángel tiraban como locos:

Llegamos sin grandes percances hasta Los Morales, y bajamos hasta Sansueña por la Huerta de Hierro. Desde allí, descendimos hasta el Brillante por la calle Cardenal Portocarrero. Y por último, fuimos a Santa Rosa para tomar unas tapas, dando por finalizada la etapa a las 22:05h. Habíamos llegado en el tiempo marcado. Por una vez.