29 dic 05 Y finalmente, Fin de Año

Por fin se ha confirmado que la pandilla de amigos vamos a pasar el fin de año en el cortijo del abuelo de uno de nosotros, en La Rambla. Ha costado algunos tira y afloja, bastante incertidumbre y algún que otro dolor de cabeza, pero se ha conseguido.

El cortijo es un cortijo normal y corriente, de infantería. Tiene sus campos de trigo, su sector de olivos, y aunque ya no tiene yeguada ni nada, al menos conserva un corral con gallinas. En cuanto al edificio en sí, lo de siempre: una nave para tractores y aperos, otra que hace las veces de silo, y dos alas para vivienda. Una de ellas se encuentra mantenida, que es la que vamos a utilizar. La otra, el ala este, también conocida como el sector del miedo, que se encuentra abandonado, tiene cosas que se pueden calificar como interesantes, a saber:

• El espejo del mal: emplazado en un pasillo. Según Manuel, si te miras en él, podrás ver la cara con la que te sorprenderá una muerte prematura.
• La habitación del pánico: el único dormitorio de ese ala que cuenta con cama, una raquítica y minúscula cama donde dicen que pudo morir alguna mujer durante un parto.
• La lavadora maléfica: de marca Bru, así que no me extrañaría nada de nada.
• El azadón de la muerte: hace de peso para el desagüe de la lavadora Bru, pero su leyenda de maldad se pierde en la noche de los tiempos.

Lo divertido será el tema de los pasatiempos. Aparte de baraja de cartas, como es de rigor, balón de fútbol, y Playstation2, vamos a intentar hacer una partidilla de rol en vivo, siguiendo las reglas del Killer, mítico juego de interpretación, que los más viejos del lugar conocerán.

Por otro lado, dado que nos encontraremos en un cortijo perdido en mitad de la Campiña cordobesa, donde por no haber no hay ni caminos de herradura, puede ser desternillante contemplar la sarta de barbaridades que se pueden hacer, del palo de salir de excursión campestre a las tres de la mañana y acabar en alguno de los dos arroyos que rodean la casa, correr con taparrabos por el sembrado de trigo, hacer subir a alguien (alguna) a la cucaña, y cosas por el estilo. Aparte de que el hecho de tener dos chimeneas disponibles da para mucho…

Va a ser un fin de año muy divertido. Espero.