Esta mañana hemos vuelto a salir con la bici varios compañeros del trabajo. A diferencia de las etapas anteriores, esta vez la salida no la hemos realizado por los alrededores de Santiponce. En esta ocasión hemos salido de Mairena del Aljarafe. El plan previsto era tomar el camino de la venta del río Pudio, para enlazar por con el cordel de Triana a Villamanrique (que es el que siguen los rocieros para llegar hasta cierta aldea almonteña) hasta donde hubiese ganas.
Sin embargo, a la altura del puente romano sobre el río Pudio, tomamos por error la cañada real de las Islas, que recorrimos hasta casi Coria del Río. Desde allí cogimos la A-8052 hasta después de Almensilla, donde recuperamos el cordel que teníamos intención de recorrer. Seguimos avanzando hasta un aeródromo que hay pasado el vado del arroyo Majaberraque. Este fue el punto más lejano que alcanzamos, el cruce del cordel de Villamanrique con el cordel de La Puebla del Río. Retornamos siguiendo -esta vez sí- el cordel hasta el puente romano del río Pudio (no sin antes cruzarnos con lo que parecían las obras de la SE-40), y desde allí enlazamos hasta Mairena por el camino de la venta.
Este es el recorrido en Google Maps. Por alguna razón la línea de la etapa no se ve contínua en la miniatura, ya que al importarlo la ha partido en varios trozos, que es necesario ver por separado:
Ver Mairena del Aljarafe – Coria del Río – aeródromo en un mapa más grande
La longitud de la etapa fue de 36’1 km., que recorrimos en el respetable tiempo de dos horas y media.
Esta etapa me ha gustado bastante, sobre todo por las grandes posibilidades de enlace que ofrece con otros recorridos que conozco por la zona más cercana a Santiponce. Tengo ganas de seguir enlazando etapas por la zona. O como bien dice Rafa, “seguir peinando el Aljarafe”.
Etiquetas: almensilla, cañada real de las islas, cordel de triana a villamanrique, coria del río, mairena del aljarafe, puente romano, río pudio
Opinion personal de tu tia: TU NO ERES NORMAL!!
Exagerada, si es un recorrido normalito y corriente. De hecho, me aburrí un poco. ¡No había subidas ni bajadas, los caminos eran anchos y bien delimitados, y para cruzar los arroyos había puentecitos!
Echo de menos Sierra Morena… Snif…