Pero negro, negro.
Llevo observándolo algunas semanas. Apenas pasan las once de la noche cuando son apagadas todas, sin excepción, las luces de la avenida donde vivo, a las afueras de Santiponce. Lo curioso del asunto es que esas mismas luces ya están encendidas a las nueve, cuando son absolutamente innecesarias, ya que la puesta de sol se produce, a fecha de hoy, a las 21:24h.
Quizás el apagado se deba a alguna medida destinada a ahorrar por la crisis. O para reducir la contaminación lumínica. Si es el primer caso, no me cuadra entonces la hora de encendido. Y si es el segundo, es prácticamente inútil debido a la cercanía de Sevilla. Aunque tengo que admitir una cosa: estas noches se ven las estrellas mejor de lo que las había visto en años.
Eso sí: salir a estas horas, ya sea para tirar la basura o para guardar el coche en la cochera, mete bastante miedo.
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