Hoy Ana y yo hemos ido a almorzar a Skerries, un pequeño pueblo pesquero al norte de la Bahía de Dublín, con nuestro buen amigo Carlos. Nos hemos puesto hasta arriba de pescado -salvo Ana, ella hamburguesa-, todo ello amenizado con una buena charla y muchas risas. Una excelente velada, que se ha visto colmada con una excepcional puesta de sol:
Luego, para completar la tarde, nos hemos ido a tomar unos cafés a Skerries Mills, una zona turística, con molinos de agua y viento que se pueden visitar. Un sitio enormemente agradable al que habrá que dedicarle más tiempo, si es que no nos echan en el caso de que Ana insista en volver a tocar -tres veces sólo hoy- la campana de la entrada.
Etiquetas: puesta de sol, skerries