Y por fin, amaneció. Nuevo mes, nueva etapa, y una noche que, como nos habíamos temido, sería para olvidar, aunque no nos sería nada fácil hacerlo. Una noche fría, incómoda, de poco sueño y mucho revolverse dentro del saco. Tan mala fue, que al darnos cuenta, ya de mañana, que el bar de la plaza se encontraba cerrado, no quisimos ni esperar a que abrirar, y salimos de Pedrosillo de los Aires a las 8:30h de la mañana, sin desayunar, camino del primer sitio donde encontráramos un bar decente donde olvidar semejante espanto.
Salimos de Pedrosillo por la carretera, dirección noreste, que lleva a Monterrubio de la Sierra, carretera ésta estrecha, y con cercas de piedra a ambos lados. Por suerte toda la zona parecía dormida a esa hora, por lo que el tráfico era prácticamente nulo. Eso mismo, para nuestra desgracia, hizo que no encontráramos ningún bar abierto en Monterrubio. Así que abandonamos el pequeño y dormido pueblo para seguir nuestra marcha, en dirección a Morille. Llegamos a este pueblo, distante 12 kilómetros de nuestro punto de inicio, al filo de las 9:30h de la mañana. No estaba mal, una hora de marcha, prácticamente en ascenso permanente, salvo una última bajada, sin desayunar, en un día frío y con fuerte viento en contra. Nuestro comienzo de etapa no estaba siendo especialmente prometedor.
Las cosas empezaron a mejorar en Morille. Encontramos abierto el bar anexo al albergue de peregrinos. Un bonito albergue, y un bonito bar, que nos hizo desear haber continuado rodando un poco más en la etapa anterior. Ya no tenía remedio, pero al menos disfrutamos de un agradable desayuno, antes de continuar nuestra etapa. Salimos de Morille, incorporados de nuevo al ramal del Camino que venía desde San Pedro de Rozados, permanentemente en dirección noreste, de nuevo por pista, y habiendo dejado atrás el asfalto. El fuerte viento que habíamos experimentado desde el comienzo de la etapa empezó a convertirse en un verdadero vendaval. Por suerte nuestro camino picaba hacia abajo, en un prolongado descenso que ya no se detendría hasta Salamanca.
Dejamos atrás los pastos, mayoritarios entre Pedrosillo y Morille, para entrar en una pura zona ganadera, con amplios encinares. Un entorno agradable para rodar, y que hicieron nuestras delicias.
Salimos de la dehesa a la altura de las casas de Aldeanueva, para volver a los inmensos campos de cultivo -sin una sombra, claro-, que ya serían la tónica hasta la entrada misma de Salamanca. Descendimos a toda velocidad, pasando por Miranda de Azán y Aldeatejada, donde tuvimos que realizar el último ascenso de la jornada, la subida del Teso de las Zorreras, corta pero intensa, y que estuvo recompensada con una excelente vista de nuestro camino, hacia el sur, y de Salamanca, al norte.
El final de la subida se encuentra coronado por una cruz metálica, donde se halla una pequeña figura de Santiago Peregino.
Dejamos atrás el Teso para cruzar por debajo de la autovía de la Plata, y entrar ya en Salamanca. Pero no se puede decir que entráramos de verdad en Salamanca hasta que no llegamos al río Tormes, con su espectacular puerte romano, y la vista inmejorable de las dos Catedrales de Salamanca.
Cruzamos el puente, en cuyo extremo norte se encuentra un berraco vetón, y nos adentramos en las callejuelas de la ciudad.
Dimos por finalizada esta corta etapa, de apenas 31 kilómetros, recién pasadas las 12 del mediodía, junto a la Catedral Nueva. Buen fin de etapa. Pero aún quedaba lo mejor.
Nos dirigimos a nuestro punto de hospedaje, el Hostal Escala Luna, sencillo, barato, limpio e inmejorablemente ubicado, cerca de la Casa de las Conchas, que no pudimos dejar de visitar.
Tras asearnos, partimos en busca de un sitio para almorzar. El elegido fue el restaurante italiano La Tagliatella, donde nos pegamos un buen merecido homenaje con las que sin lugar a dudas son las mejores pizzas que he comido en España, y que no tienen nada que desmerecer a las que he comido en Italia. Gloria bendita. El resto de la tarde la empleamos visitando las Catedrales, la románica…
…y la gótico-renacentista…
…la Universidad…
…así como diversas iglesias y conventos.
A la caída de la noche cenamos en un Peggy Sue´s, franquicia retro americana, para después, en el entorno de la Catedral y la Casa de las Conchas,
Tras la procesión, volvimos al hostal, a fin de pasar la que sería nuestra última noche en el Camino.
Los datos de la etapa son los siguientes:
Elapsed Time | Moving Time | Distance | Average Speed | Max Speed | Elevation Gain |
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00:00:00 | 00:00:00 | 0.00 | 0.00 | 0.00 | 0.00 |
hours | hours | km | km/h | km/h | meters |
Etiquetas: aldeatejada, miranda de azán, monterrubio de la sierra, morille, mtb, pedrosillo de los aires, salamanca