2021 fue Año Santo Xacobeo. Estrictamente hablando, tendría que haber terminado el 31 de diciembre de 2021, pero el Papa decidió extender a 2022 el Año Santo, debido a la pandemia del coronavirus, por lo que las celebraciones del Xacobeo se han estado realizando en ambos años. Parte de las mismas fue la instalación en el Monasterio de San Isidoro del Campo, de Santiponce, de un monolito indicativo del Camino, que fue inaugurado por los presidentes autonómicos de Galicia y de Andalucía.
Y aunque la instalación del monolito se produjo en octubre del año pasado, entre una cosa y otra aún no había tenido la oportunidad de ir a verlo. Sin embargo, mi sorpresa fue mayúscula al encontrar la semana pasada otro indicador del Camino a las afueras de Santiponce, camino de Guillena. Y este sí que había sido colocado de manera mucho más reciente:
Son pequeños detalles, pero que me gustan. Me gustan mucho.
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He podido leer hoy, con profunda tristeza, que ha desaparecido el monolito que estaba emplazado en el Cruce de Trassierra, y que avisaba de que los caminos de la Sierra a su paso por Córdoba son libres: Denuncian la desaparición de un monolito del siglo XVIII en la Sierra
Se sospecha que el monolito ha podido acabar en una escombrera, tras haber sido arrancado de su sitio, al parecer, por un camión. Es triste, en todo caso, que el patrimonio de todos sea mutilado de esta manera. No sólo por lo material sino, especialmente en este caso, por lo simbólico del monolito.
Antigua imagen mía junto al monolito
Espero fervientemente que sea encontrado y repuesto a la mayor brevedad posible.
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Leía ayer en El Día de Córdoba una noticia en la que que se anunciaba, por parte del flamante alcalde cordobés Andrés Ocaña, una ordenanza municipal que, a partir del próximo octubre, permitirá recuperar aquellos caminos públicos ocupados por particulares: Una ordenanza permitirá recuperar desde octubre los caminos públicos
No es la primera vez que escucho esto. Como ciclista de montaña aficionado, llevo mucho tiempo recorriendo la Sierra de Córdoba, y, por desgracia, tengo que decir que la cantidad de senderos, caminos de herradura y camnios que se encuentran vallados por particulares es enorme. Y ya no sólo eso, sino que en ocasiones (por fortuna, escasas) he tenido que sufrir desagradables encuentros con personajes que, al intentar ejercer mi legítimo derecho de tránsito por un camino público, intentaban impedírmelo de palabra y acto.
Hace algunos años se dio un paso simbólico con la recuperación y exposición en la puerta del ayuntamiento del monolito (hermano del existente en el cruce de Trassierra) que recuerda la sentencia por la cual se declaraba de público tránsito los caminos de la Sierra (dictada en un contencioso -si no recuerdo mal- entre el obispado de Córdoba y los monjes del Monasterio de San Jerónimo de Valparaíso), y que había sido distraído y almacenado en el Monasterio, hoy de titularidad privada. Ese paso, sin embargo, quedó en prácticamente nada.
Recuerdo que tuve conocimiento de esta problemática gracias a la plataforma A Desalambrar, por aquellos tiempos albergada en la página del club ciclista cordobés Agacha el Lomo, y hoy en día, por lo que veo, independizada: Plataforma A Desalambrar. Esta plataforma saltó hace algunos años a los medios de comunicación merced a un juicio en el que se las tuvieron tiesas con un terrateniente que no sólo había enajenado terrenos públicos, sino que impedía el paso de manera asaz desaforada. Nunca supe cual fue el desenlace de aquella historia, y, si alguien lo conoce, agradecería me informara de ello.
Volviendo al anuncio del alcalde, se asegura en la noticia que se lleva trabajando en esta normativa “de manera interna y desde hace tiempo”. Y tanto. Espero de todo corazón que esta ordenanza vea la luz después de tantos años de esperarla en balde, y que no siga en estudio muchos años más.
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