Durante 2023 trabajé en conventir la Fuji en una bici de gravel, para subírmela a Forcarey. Aunque la Super BH L6000 gravel era divertida de montar, tenía el inconveniente de que no era posible ponerle el transportín para llevar alforjas, y tenía previsto hacer un viaje de alforjas a final de año, o a primeros de 2024. Así que como la bici de acero no podía montar llantas de 700c, y ya tenía el transportín en la Fuji, opté por realizar una conversión a gravel. Los cambios que le realicé fueron los siguientes:
La configuración final me gusta bastante, y he tenido tiempo de utilizarla bastante en Forcarey, con muy buenos resultados, siendo muy divertida para salidas por pistas y terrenos mixtos en la zona.
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Hace ya algunos años, cuando aún vivíamos en Irlanda, desarrollé un sistema de telemetría casero para el Mercedes C180 Sportcoupe que teníamos allí, basado en una Raspberry Pi y un receptor GPS, junto con un conector OBD-II por Bluetooth para leer datos de la centralita del coche. Fue un sistema que estuvo funcionando estupendamente bien, pero que dejé de utilizar, por razones que no vienen al caso.
En fechas recientes me he decidido a revivirlo (también por razones que no vienen al caso), pero quería darle una vuelta de tuerca al sistema, para cambiar algunas características que -estando bien- no se amoldaban del todo a mis necesidades. La principal de ella es que el sistema original dependía de una conexión Bluetooth con un teléfono móvil que hiciera de módem sobre este medio, a fin de proporcionar conectividad al exterior. Buscaba que la nueva versión del entorno tuviera conectividad independiente, a fin de poder hacer seguimiento del coche de manera más sencilla. Mi primera idea fue conectar un modem USB a la Raspberry Pi, pero se trata de un modelo 2 de la RPi, que sólo dispone de 2 conexiones USB, y ambas estaban en uso: una para el receptor GPS, y otra para el dongle Bluetooth que se necesita para conectar con la centralita del coche. Pensé en portar todo a una RPi más moderna, pero fue aquí cuando entró en danza el siguiente artilugio:
Se trata de un dispositivo LilyGO TTGO T-A7670G. Se trata de un ESP-32 que proporciona, de manera simultánea, conectividad Bluetooth, zócalo para tarjetas de telefonía 4G, receptor GPS, e incluso un zócalo para conectar una batería 18650, todo ello en una sola placa. Ya tenía experiencia trabajando con ESP-32 en Arduino, lo cual era una gran ventaja para mí, además de trabajar con estos componentes por separado, pero nunca lo había hecho con una placa de fabricante que proporcionara todos estos elementos de manera integrada. Mucho mejor que tener que ir montando componentes por separado.
El fabricante, además, proporciona un repositorio en GitHub donde acceder a librerías, ejemplos de código, documentación, e incluso esquemáticos de carcasas, lo que ha hecho que haya podido imprimir una caja para el dispositivo:
Con todo esto, he podido realizar una nueva versión del sistema de telemetría, con las siguientes características:
Además, la placa viene con una antena GPS pasiva. Esto está bien si el dispositivo se encuentra directamente al aire libre, pero era problemático si estaba dentro de una casa o de un coche, ya que apenas tenía cobertura. Para solucionar este inconveniente tuve que hacer uso de una antena GPS activa con conector SMA, y hacer uso de un pigtail UFL/U.FL/IPX a RP-SMA/SMA. Nada grave, pero sí un poco molesto. Ahora bien, en cuanto dispuse de esta antena activa el sistema pasó a ser capaz de detectar señal GPS incluso en interiores. Todo una diferencia, y sin necesidad de reprogramar.
En estos días he estado haciendo algunas pruebas, y al margen de la captura de datos de la centralita, el resultado es bastante bueno. Espero poder seguir haciendo mejor al respecto en las próximas semanas.
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Seguimos con los cambios en la gravel, que espero que sean los últimos en algún tiempo. En esta ocasión, el cambio ha consistido en pasar al uso de una corona de 8 piñones. La historia tiene algo de trasfondo. Originariamente la bicicleta utilizada para construir la gravel, la Super BH L6000 de mi tío Manolo, venía de casa con una corona de 5 piñones. En su día la reemplacé por una corona Shimano de 7 piñones. No fue una decisión aleatoria, sino que tenía su razón de ser. Las llantas de la bicicleta son de tipo antiguo, con corona enroscada (tipo freewheel). Al no ser de tipo moderno en formato cassette, tuve que descartar componentes modernos de carretera, por lo que equipé a la bici con una grupo algo antiguo, un Campagnolo Mirage de 8 velocidades. Sin embargo, ese grupo en concreto ya hacía uso de cassette de 8 velocidades. Al no querer cambiar las llantas originales, opté por una mezcla de grupos que había visto que era compatible, consistente en utilizar las manetas y desviador trasero Campagnolo 8 de tipo antiguo con la corona Shimano de 7 velocidades, con una compatibilidad perfecta, ya que la separación entre piñones es de 5 milímetros. En efecto, la compatibilidad era perfecta, pero tenía una contrapartida: perdía una posición de la maneta, que quedaba inútil. No me supuso muchos problemas, y durante algunos años he estado así con estupendos resultados.
Sin embargo, hace algunos meses encontré una corona genérica de 8 velocidades con el espaciado de 5 milímetros en Aliexpress, y no me pude resistir a comprarla. Además, es una corona de 32-13, frente a la 28-14 que tenía de Shimano, por lo que gano un rango más amplio de desarrollos que poder utilizar.
El proceso de instalación, por su parte, no ha sido tan sencillo como me hubiera gustado. El primer problema que encontré es que la nueva corona es algo más amplia que la anterior, y constó un poco encajarla en las vainas del cuadro. Recordemos que estaba pensado para una corona de 5. No por la corona en sí, sino porque la cadena en el piñón más bajo rozaba un poco con la patilla del cambio. Para solucionarlo, simplemente le puse un espaciador de 1 milímetro que imprimí con la impresora 3D. Así que ya tenemos otra bici más con componentes impresos. Se puede apreciar en la siguiente imagen, el anillo blanco cerca del anclaje de la rueda en el cuadro:
Además, tuve que solucionar otro problema, y es que hace algún tiempo doblé la patilla del cambio. En realidad, el desviador Campagnolo Mirage que monta la bicicleta es el segundo que tengo. El primero sufrió un accidente durante el montaje y ajuste de la bici, que hizo un pequeño destrozo en la patilla del cambio al salirse la cadena por el interior de la llanta, y tirar del cambio, destrozando éste y doblando la patilla. En su momento la enderecé, pero el resultado no había sido perfecto. Con la corona de 7 velocidades no se notaban muchos problemas, pero al pasar a la corona de 8 los piñones altos no engranaban bien. Tras investigar, pude encontrar que existe una herramienta para corregir la posición de la patilla, que me llegó hace algunos días. Tras algunos ajustes, la posición del desviador ha quedado lo suficientemente bien como para que los problemas en los piñones altos hayan quedado solucionados.
Ironías de la vida, aún no he podido probarla sobre el terreno: lleva lloviendo toda la semana en Sevilla. Y hoy, además, llueve barro, al mezclarse el tren de borrascas con calima sahariana. :S
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Una pequeña modificación que puede hacerse a una bicicleta de montaña es reemplazar la tapa de la dirección. Esta tapa, una vez realizada la precarga de la horquilla, no tiene muchas más funciones que la de evitar que el tubo hueco de la misma te pueda hacer daño en caso de caída sobre ella (ya que la sujeción de la dirección la realiza la propia potencia), por lo que no es problemático reemplazarla por diseños de fantasía. Y uno de los más populares de un tiempo a esta parte es sustituir la tapa original por una que permita colocar una chapa de cerveza: Tapa de dirección SB3 con pieza para chapa.
Pero si dispones de una impresora 3D, se puede realizar una impresión maciza de la misma pieza, con el mismo resultado. Es fácil encontrar diversos modelos en Thingiverse, pero me ha gustado especialmente este por el grosor del mismo, que contribuye a dotarle de una mayor resistencia: Bike stem bottle cap top cap – The tough one .
El resultado es bastante bueno (mejor imprimir con relleno al 100%), y una vez preparado es tan sólo cuestión de escoger la chapa de tu bebida favorita:
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El coche del que vengo haciendo uso desde hace algún tiempo tenía un pequeño problema con la guantera: desde antes de que llegara a mi poder alguien le había arrancado de cuajo la puerta de la guantera, partiéndole las guías y las bisagras que la sujetaban a la estructura. Como pensaba que iba a hacer un uso temporal de este vehículo, no pensé en reemplazársela ni repararla de ninguna manera. Sin embargo, tras algún tiempo con él, he acabado por pillarle el gusto al coche. Y como de motor está estupendamente bien, y tiene todo lo que necesito, parece que voy a utilizarlo durante algún tiempo. Dicho lo cual, el pasado fin de semana me decidí a reparar la puerta en cuestión.
Tras desmontar toda la guantera (algo sencillo en un Opel Astra, ya que son apenas seis tornillos lo que la sujetan al salpicadero), pude ver la magnitud del problema. De las dos guías de la guantera una había desaparecido completamente, y la que quedaba, estaba partida en dos piezas. En cuanto a las bisagras de plástico, éstas estaban partidas también.
Así que tocaba ser imaginativo. Y con una impresora 3D en casa, la cosa estaba bastante clara. Saqué un molde en papel de la pieza restante, y con ese molde en papel realicé un modelo aproximado de la guía mediante un programa CAD. Tras una horita de impresión, ya tenía una pieza equivalente a la perdida. El siguiente paso consistía en reconstruir las guías y las bisagras. Hice uso de un pegamento especial para PVC rígido, utilizado en fontarnería. Los resultados iniciales fueron bastante prometedores.
Las bisagras habían pegado bastante bien, la pieza impresa se había quedado bien adherida al anclaje de la puerta de la guantera, y la pieza reconstruida parecía aguantar el tipo. Tocaba volver a montar la guantera. Las primeras pruebas no fueron bien, ya que la pieza reconstruida se partió de nuevo a las primeras de cambio. Sin embargo, la pieza 3D y las bisagras aguantaban perfectamente bien.
Visto lo cual, opté por imprimir una segunda pieza en 3D, y reemplazar la guía original restante. Nada más que por una razón de simetría, valía la pena el cambio:
En cuanto a la usabilidad, mejor dejo que un vídeo dé una idea de cómo va ahora:
Un buen resultado, ¿no?
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