El 7 de enero, para continuar con la excelente media de las vacaciones, volví a salir a rodar con la bici. En esta ocasión salí, de nuevo tras mucho tiempo sin hacerlo, a rodar con Pablo, que había bajado su bici de Madrid para la ocasión. Con la idea de hacer una etapa de rodaje, en la que volver a rodar y realizar un buen número de kilómetros, definí una etapa sobre el papel bastante convencional: salir de Córdoba y tomar la vía verde de la Campiña, ir al Mirador del Toro, y volver de nuevo por la vía verde. Y si bien el objetivo era salir un buen número de gente, finalmente acabamos por salir nada más que Pablo y yo.
Salimos temprano, apenas pasadas las 8:00h, ya que teníamos compromisos familiares a la hora de comer. Pero había algo con lo que no habíamos contado, y era con el intenso frío -5ºC y bajando- que hacía ese día en Córdoba. Y si bien yo iba equipado con guantes de invierno, Pablo se había confiado más de la cuenta, y salía con las manos desnudas. Algo que no tardó en revelarse como un grave error. La temperatura pronto empezó a bajar, y a la altura del Puente San Rafael apenas llegaba a los 3ºC. Pablo tenía las manos heladas, por lo que no pude menos que dejarle al menos un guante, que nos íbamos turnando de cuando en cuando.
No aguantamos así mucho tiempo. Al llegar a la carretera de Guadalcázar apenas superábamos 1ºC. Y como no era cosa de sufrir por sufrir, optamos por dar la vuelta, y buscar algún bar donde tomar algo caliente para volver a entrar en calor. Algo que se tornó complicado, al tratarse de un lunes festivo, posterior al Día de Reyes. En el polígono no había un solo bar abierto, así que optamos por volver al casco urbano, donde por fin, encontramos una cafetería abierta en Puerta Gallegos. Allí, al calor de un buen chocolate, dimos por finalizada esta etapa interruptus.
Los datos de la etapas son los siguientes:
Y aquí está el enlace al recorrido de la etapa: Córdoba – La Torrecilla
Etiquetas: córdoba, la torrecilla, mtb
El día de Reyes, a una hora tan tardía como las once de la mañana, salí a rodar con Mané en una etapa corta por la Sierra. Y es que la ocasión lo merecía: Mané acababa de montar su rígida, y ardía en deseos de estrenarla. Así que de una manera un tanto improvisada salimos a rodar. Salimos en ascenso hacia el Maestre Escuela, para tomar a continuación la pista de Las Salesas, y realizar el ascenso de la vereda de Santo Domingo hasta el monasterio. A partir del monasterio bajamos hasta la pista que pasa junto al lago, y tomamos el camino que lleva a la ermita del otro lado del valle, para bajar por encima de la cantera de Santo Domingo. Poco después de la cantera tomamos una pequeña senda que nos llevó, en pura etapa exploratoria, hasta las cercanías del cortijo derruido de Orive Bajo, primero, y luego de Los Velascos.
Por el camino, tomamos algunas imágenes con excepcionales perspectivas. Una de la sierra:
…y otra del cortijo de Los Velascos:
Desde Los Velascos bajamos bordeando el arroyo Santo Domingo hasta el Puente de Hierro, desde donde ascendimos hasta el Castillo del Maimón. Y para finalizar la etapa, y por variar, volvimos a casa siguiendo el viejo trazado del ferrocarril de Almorchón, llegando al parque de la Asomadilla.
Los datos de la etapas son los siguientes:
Y aquí está el enlace al recorrido de la etapa: Entono de Santo Domingo
Etiquetas: córdoba, las salesas, los velascos, mtb, santo domingo
El 23 de diciembre realicé con mis amigos bartocalvos mi última etapa ciclista de 2012 en tierras cordobesas. Para la ocasión nos reunimos un buen número de integrantes del club: Mané, Javi Aljama, Javi Balaguer, Kike, Jose y yo mismo. Empezamos la etapa las 9:15h, con la falta de un integrante del grupo, Javi Balaguer, que llegó tarde al punto de encuentro, y se nos incorporó más adelante en la etapa.
Salimos de la Asomadilla, y tomamos la carretera de ascenso hacia Santo Domingo, que dejamos poco antes de llegar al Maestre Escuela, para tomar la pista que, en descenso, lleva a Las Salesas. A continuación tomamos la vereda de Santo Domingo, para llegar hasta el monasterio homónimo. Nuestro objetivo era ascender hasta el 14%, para lo cual tomamos la subida de los morares, que nos habría de conducir hasta la antena de telecomunicaciones que hay a mitad del ascenso hasta el alto del 14%.
Afrontamos la subida con el habitual entusiasmo, si bien la subida pronto empezó a hacer mella en nuestro ímpetu para, poco a poco, ir definiendo las posiciones en la subida. Qué lejos quedaba aquella subida que hicimos en verano, y en la que, pese al calor, subimos como campeones. Aun así, no hicimos mal papel, pero en mi caso requirió echar mano del plato pequeño en una ocasión. Y aun así, fui el segundo en coronar, tras Kike.
Habíamos llegado al alto del 14% con la esperanza de que Javi Balaguer, que venía por la ruta directa de carretera, ya se encontrara allí. Una esperanza en vano, pues aún tuvimos que esperarle un rato antes de que llegara al punto de encuentro. Ya completado el grupo con todos sus integrantes, seguimos por carretera al siguiente estadio de nuestro recorrido: el club de golf de Los Villares, donde tendríamos que tomar la vereda de la Pasada del Pino hasta Las Jaras. Por el camino perdimos dos unidades del grupo que, para más inri, se confundieron en el cruce del club, y siguieron en dirección a Los Villares. Fue menester una nueva parada para esperarles, antes de continuar.
Emprendimos una divertidísima bajada por la vereda. El campo, merced a unas recientes lluvias, se encontraba saturado de agua y barro, lo que hizo que la bajada fuera un delirio de salpicaduras de barro y agua, y nos dejó la posibilidad de tomar algunas fotos de muy bella factura.
Terminamos de realizar el descenso de la vereda hasta Las Jaras, donde hicimos una parada de avituallamiento, que también sirvió para volver a integrar en el grupo a las señoras que, dos integrantes del grupo, cuyo nombre omitiré aquí, y que no cesaban de rajar como porteras.
Una vez finalizada la pausa, partimos hacia nuestro objetivo del día: el puente romano sobre el río Guadanuño, y el árabe sobre el río Guadiato. Dejamos atrás Las Jaras por carretera, y no tardamos en lanzarnos en trepidante descenso en dirección a los Arenales, que tan sólo interrumpimos para tomar unas excelentes fotos del paisaje.
Salimos de la carretera, tomando un trozo de la antigua vereda del Pretorio, actualmente bajo la carretera de Los Arenales, para descender de manera bastante abrupta hasta el primero de los puentes, el romano.
Desde allí, y tras un rato de charla con un grupo de excursionistas, avanzamos hasta el puente árabe, o Puente Roto, donde de nuevo no pudimos menos que inmortalizar nuestras andanzas.
Tocaba emprender la vuelta. Aunque nuestra idea inicial era descender hasta Los Arenales, y desde allí enlazar por la margen derecha del Guadiato con Trassierra, tuvimos que realizar un cambio de planes. Habíamos quedado con otros amigos del club para hacer un almuerzo a las 14:00h, y se nos había echado el tiempo encima. Así que optamos por realizar la vuelta por carretera, subiendo a Las Jaras, el Lagar de la Cruz, y bajar a Córdoba por el Brillante. Dicho y hecho. Remontamos la vereda del Pretorio hasta la carretera, con un considerable esfuerzo, vista la hora del día, y emprendimos el ascenso hasta Las Jaras. Sin detenernos más que para volver a agruparnos, continuamos el ascenso hasta el Lagar, donde Javi Aljama y Mané marcaron un ritmo infernal, digno de primeras horas de la jornada, que me hizo llegar con la lengua fuera, y con el grupo nuevamente disperso, al Lagar. Y desde allí emprendimos un frenético descenso por carretera, que nos llevó a disgregarnos de nuevo, y llegar, de nuevo dispersados, al punto de encuentro, a las espaldas de La Noreña. Eso sí, prácticamente en hora.
Fue una etapa divertida, con un genial colofón en forma de almuerzo del club, para dar por finalizado el año ciclista de manera oficial.
Los datos de la etapa son los siguientes:
Y aquí está el enlace al recorrido de la etapa: Santo Domingo – 14% – Pasada del Pino – Puentes Guadanuño y Guadiato – Lagar de la Cruz
Etiquetas: 14% vereda de la pasada del pino, arroyo guadanuño, córdoba, lagar de la cruz, las jaras, mtb, puente árabe, puente romano, río guadiato, santo domingo
El pasado domingo 2 de diciembre participé con mi padre en una sesión de vuelo en paramotor organizada por su compañero de trabajo Alfonso, aficionado a este increíble deporte. Así, a las 9:30h, nos encontrábamos él y yo junto al estadio de fútbol, prestos a montar en el paramotor biplaza de Rafa, instructor de vuelo de Córdoba Vuela. El día, por lo demás, era gélido a más no poder, y no creo que superáramos los 3ºC a esas alturas de la mañana.
Mi padre fue el primero en volar de la mañana. Tanto él como yo nos equipamos con sendos monos especiales, preparados para resistir las bajas temperaturas de la mañana.
Inició el viaje sobrevolando el estadio de fútbol, para posteriormente dirigirse a Jesús Rescatado, Lepanto, girar posteriormente hacia la Asomadilla, donde lo divisaron mi madre y mi hermana, y a continuación se dirigió hacia el Tablero, para girar por las Electromecánicas hacia el río, y volver sobre éste hasta el estadio. Por desgracia, su cámara se quedó sin batería al poco de salir.
En cuanto a sus impresiones, maravillosas. Como él mismo dijo, el vuelo fue más tranquilo que el del Hércules que lo llevó a Canarias cuando hizo la mili en aviación, allá por el 75.
Poco después llegó mi turno, al filo de las 10:15h. Equipado con el mono, Rafa me aseguró en el puesto del pasajero del paramotor, y me dispose a volar. Y si había que añadir algo de emoción al asunto, pronto vino dada por el hecho de… ¡sufrir un vuelco! A la hora de emprender el despegue una ráfaga de viento tiró de la vela, haciéndonos escorar un poco, afortunadamente sin incidentes. Pero poco después, emprendíamos -esta vez sí- rumbo al cielo.
Empezamos volando sobre Mercacórdoba y, en paralelo a la A-4, sobre Santuario y Cañero. A continuación nos dirigimos a Carlos III…
…para pasar por encima de Chinales…
…y a continuación divisar la zona de Mirabueno…
…el antiguo ferrocarril del Almorchón…
…y enfilar, acto seguido, hacia la Asomadilla.
Como no podía ser menos, no pude menos que pedirle a Rafa que sobrevolara mi casa…
…desde donde nos saludaron Ana, mi madre y mi hermana.
Fuimos, acto seguido, hacia el Tablero…
…desde donde giramos hacia Cercadillas…
…pasando cerca de La Noreña…
…y volando por encima de la plaza de toros…
…antes de corregir el rumbo, y enfilar hacia la Judería, observando de paso unas magníficas vistas de la Veterinaria…
…y la zona de La Victoria.
Pero todo esto no era sino el preludio del plato fuerte: la Judería.
…en la que no podía menos que destacar la Mezquita, con el Puente Romano y la Calahorra…
…que sirvieron de magnífica antesala de otro monumento enormemente querido: la plaza de la Corredera.
Divisamos también el Compás de San Francisco…
…el ayuntamiento y el Templo Romano…
…además de San Pedro…
…Santiago…
…y la Ermita de los Santos Mártires.
Pero el vuelo tocaba a su fin, y era hora de dirigirse al punto de partida. Divisamos el moderno edificio del C4…
…y el artefacto cultural.
Por último, sobrevolamos el Estadio del Arcángel…
…antes de cruzar de nuevo la autovía, y tomar tierra, haciendo previamente una barrena muy divertida.
Fueron unos 25 minutos que me supieron a muy poco, pero que disfruté como nunca en la vida. ¡Muchas gracias, Rafa!
…y por supuesto, muchas gracias a mi padre, que se le ocurrió regalarme este inigualable regalo por mi santo, el día de hoy.
Pero me falta por dar un agradecimiento: y este es para Ángel, que tuvo la excelente idea de prestarme su cámara deportiva GoPro de alta definición. Aunque la idea original era llevarla en el casco de la bici que me había prestado, como teníamos que llevar los cascos con intercomunicador, ni cortos ni perezosos la acoplamos a la punta del paramotor.
…lo que nos permitió tomar unos alucinantes vídeos de nuestro vuelo sobre Córdoba. Aquí va el mío. Espero que os guste:
Etiquetas: córdoba, cordobavuela.com, paramotor
Esta es la crónica de una etapa que pudo ser y no fue: una etapa entre Córdoba y Villaviciosa, en la que ascenderíamos por la Loma de los Escalones y Arrastraculos hasta Cerro Muriano, en la que continuaríamos hasta El Vacar por el Camino Mozárabe, para dirigirnos a continuación hasta Villaviciosa, primero por campo y luego por carretera, para retornar por el Puerto del Aire y Los Arenales, y llegar finalmente a Córdoba por Trassierra y Montecobre. Pero que se quedó en eso, en una intención.
Salimos Ángel y yo a las 7:40h, bien tempranito por la mañana, camino de Villaviciosa -o al menos, eso pensábamos. Habíamos salido con tanta antelación porque los 90 kilómetros largos que calculábamos que íbamos a tardar así lo requerían. pero probablemente habíamos escogido el mejor día para hacer ese tipo de etapa: a diferencia de lo ocurrido en mi etapa de la semana anterior, este sábado apenas rondábamos los 3ºC. Y eso dentro de la ciudad. La máxima para Villaviciosa era de 2ºC, y calculaba que tan pronto como saliéramos a la sierra caeríamos por debajo de los 0ºC. En previsión de eso, había llenado el camelback con agua prácticamente hirviendo, por lo que llevaba una suerte de calefacción central sumamente agradable.
La etapa empezó rara. Dejamos atrás El Camping, y bordeamos el Parque de la Asomadilla, en dirección hacia la joroba de Asland. Y digo que comenzó rara porque, cuando bordeábamos el parque, vimos salir una rata de él, cruzando por delante nuestra. Algo habitual hace algunos años, cuando en vez de parque teníamos un descampado, pero que era inusitado a estas alturas. Y más inusitado aún que la rata, de unos 15 cm. de largo, sin contar la cola, decidiera suicidarse, volviendo sobre sus pasos justo cuando pasaba a su altura. Sonó así como crunch-chof. Al menos no salpicó.
Salimos, pues, de Córdoba por debajo de la Joroba de Asland, para dirigirnos a continuación hacia el puente romano sobre el arroyo Pedroche, que cruzamos. A esas alturas apenas llegábamos a los 2ºC. Pronto nos encaminamos, siguiendo el trazado del Camino Mozárabe, hacia la Carrera del Caballo. Atravesamos Torreblanca y nos internamos, poco a poco, en la sierra, listos para subir la Loma de los Escalones. El campo se encontraba completamente escarchado, y es que no en balde nos encontrábamos a 0.5ºC, y el agua de los camelback se nos estaba empezando a congelar. Por suerte, pronto íbamos a entrar en calor, subiendo la Loma.
Tengo que decir que se me hizo duro, después de tanto tiempo, volver a afrontar una pared como el comienzo de Los Escalones. Y es que hacía tiempo -desde antes de la lesión de espalda- que no afrontaba una subida de ese calibre, pese a hacer bastante kilometraje, y lo estaba sufriendo. Aun así, el día lo merecía. Dejamos atrás la primera pared, y llegamos a la cancela. La pasamos, y pronto nos encontramos subiendo por los escalones propiamente dichos. Y fue entonces cuando llegó el desastre: una rama de pino se introdujo en mi rueda trasera, bloqueando la cadena y haciendo palanca en los radios. Escuché un fuerte crujido, y noté cómo perdía toda la tracción. Al echar pie a tierra y observar los daños, lo tuve claro. La etapa se había acabado para mí. La rama había hecho partirse el puntal de enganche del desviador trasero al cuadro. Y para eso no había recambio que valiera. Era bastante probable que las temperaturas, que rayaban los 0ºC, afectaran a la flexibilidad del aluminio, haciéndolo más quebradizo.
No nos quedó más remedio que desmontar desviador y cadena, y volver, sin transmisión, sobre nuestros pasos. Descendimos la Loma hasta la Virgen de Linares, y desde allí Ángel tiró de mí hasta Córdoba. A tramos, en las subidas, me bajaba e iba corriendo a trote cochinero, pues no era plan tampoco reventar.
Como variación descendimos por el tramo viejo de la N-432 hasta el Club Asland, para luego entrar en Córdoba por la Joroba, y dirigirnos a el Camping. Allí, en casa de Ángel, realizamos el reemplazo del puntal, para descubrir que aún quedaban restos de madera en la corona y en los radios.
Tras el reemplazo, vimos que el cable de cambio también estaba pidiendo a gritos el ser sustituido. Visto lo cual, dimos, pues, por finalizada la etapa.
Los datos de la etapa son los siguientes:
Y aquí está el enlace al recorrido de la etapa: Córdoba – Loma de los Escalones (etapa fallida)
Etiquetas: córdoba, loma de los escalones, mtb, n-432